14 diciembre 2005

Pedro Páramo (Juan Rulfo)

¿A Ud. le gustan las pesadillas?.
A mí no. Nada.

Lo único que espero de las pesadillas es salir de ellas; no puedo, lo intento, pero quiere salir cuanto antes. Y olvidarlas.

¿Captó la idea?.
Bueno, más o menos esa es la sensación que a uno lo deja esta pequeña novela. Una pesadilla, la alucinada crónica de una pesadilla mexicana.

Esta novela (si esa es su categoría; al menos es su clasificación probable, cercana) es así. Como en toda pesadilla, uno quiere salir de ella, que se acabe, olvidarla; pero atrapa, no permite que la abandonen. No hay deserción posible.

¿La trama?. Imposible, indescriptible.
Un pequeño pueblo en la nada de México y una sucesión más o menos anárquica de muertes violentas, violaciones usuales, fantasmas errantes, muertos parlantes, mujeres mortificadas y hombres impávidos. Las cosas van ocurriendo a pesar de la novela, a pesar de los personajes y (al menos eso parece) a pesar de su autor.

¿Vale la pena?. Verdaderamente, no lo se. Pero piense que si entra, no tiene vuelta atrás.

Y yo tengo algo por seguro: no me gustan las pesadillas. Pero persisto en tenerlas.